La idea inicial de TORO PÁDEL surge en 2010, cuando buscaban crear una marca propia de palas de pádel, aunque de fabricación externa. En 2011 dieron el paso a su propio proceso de fabricación, facilitando un modelo de negocio basado en la personalización.
En TORO PÁDEL cada pala es un reto: crean palas de pádel personalizadas, únicas, cuidadas una a una para conseguir la máxima calidad. Siempre fieles a su filosofía: una pala, un jugador.
“Con el apoyo de InnoCámaras y la financiación de los Fondos FEDER de la Unión Europea hemos podido diseñar e invertir en un nuevo molde para la fabricación de las palas, lo que se ha traducido en un aumento de producción y, lo más importante, una gran evolución en la innovación y la calidad final de nuestro producto.
La combinación de ambos resultados nos lleva hoy a ser una empresa en crecimiento. Miramos al futuro con el deseo de afianzar la marca, e internacionalizarla. Queremos llegar a un público europeo para el que el pádel cada día es más valorado, y tiene más presencia”.